Agricultura familiar como base para luchar contra el hambre

En el año 2015, cerca de 793 millones de personas en todo el mundo continuaban careciendo de alimentos su­ficientes para llevar una vida sana y activa, según la FAO (Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura). El segundo Objetivo para el Milenio 2030 es conseguir el hambre cero y muchos países de América Latina y el Caribe han decidido apostar por la agricultura familiar para luchar contra el hambre y producir alimentos propios de la región como los cereales.

Objetivos para el Milenio 2030. Fuente: Naciones Unidas.
Objetivos para el Milenio 2030. Fuente: Naciones Unidas.

Los alimentos con un contenido predominantemente de carbohidratos son muy importantes porque forman parte de la base de la mayoría de las dietas. Según la FAO, en los países en desarrollo, estos alimentos generalmente suministran el 70 por ciento o más del consumo energético de la población mientras que apenas representan el 40 por ciento de la energía que proviene de carbohidratos en Estados Unidos y Europa.

La producción de cereales es una de las soluciones para erradicar este problema. En Latino América hay dos especies de cereales muy importantes: la quinoa y el maíz y ambos son cultivos típicos de la región. La quinoa crece principalmente en el altiplano de los Andes donde los suelos no son fértiles y, durante la noche, las temperaturas son muy bajas, mientras que el maíz lo hacen especialmente en México.

La quinoa posee un alto valor nutritivo y se puede cultivar en condiciones climáticas difíciles pues necesita poca agua y es muy resistente a plagas. Una de las ventajas de la quinoa es su ausencia de gluten, lo que la hace apta para un número mayor de población al ser muy beneficiosa para personas celíacas. Su alto contenido en fibra también la vuelve favorable para luchar contra el estreñimiento.

El maíz, por su parte también, es un alimento muy importante en toda América especialmente en países como México donde es un ingrediente básico para la producción de tortillas. Al igual que la quinoa, no contiene gluten y ayuda a la mejora del tránsito intestinal. Además, aporta mucha energía lo que lo convierte en un alimento muy beneficioso para deportistas.