El sedentarismo se convierte en un problema escolar

La decisión del gobierno español de añadir una hora más de educación física semanal en los colegios de su competencia, nos revela un panorama claro: la necesidad de actuar para combatir el sedentarismo infantil, que cada vez se manifiesta de forma más clara en los niños de edad escolar.

La educación física es una disciplina principalmente escolar, que tiene como finalidad el desarrollo del cuerpo humano mediante la práctica del deporte ayudando en la formación del ser humano. Con este método se contribuye con el cuidado y la preservación de la salud de forma positiva, ya que permite que las personas ocupen su tiempo libre en actividades provechosas para el organismo evitando los tiempos de ocio y de sedentarismo. Practicar actividades físicas, genera una serie de beneficios para el organismo tales como eliminar toxinas del cuerpo, eliminar el estrés, ayuda a perder peso, previene la aparición de enfermedades degenerativas y cardiovasculares.

Un desafío para los profesores

Con la aparición de la tecnología, muchos de los niños y adolescentes han dejado a un lado las actividades deportivas y las han cambiado por aparatos electrónicos como los ordenadores, las tabletas y los teléfonos inteligentes, lo cual representa para los profesores de educación física todo un un desafío a la hora de impartir su práctica, ya que les toca crear actividades innovadoras para incluir a sus estudiantes en este tipo de actividades, y hasta en algunos casos les toca obligarlos para que se incluyan en las actividades deportivas.

Un buen profesor de educación física debe estar preparado siempre para innovar en sus clases de manera que pueda mantener a sus estudiantes motivados a la práctica de estas actividades. Deberá apartarse un poco de las clases teóricas y aburridas ya que esto puede ser negativo. Deberá establecer un horario y normas para el cumplimiento de las actividades, además de incluir algunos minutos para ejercicios libres de manera de que el alumnado no se sienta en un régimen tan rígido de actividades deportivas.

Pero este no es el único reto al que se enfrentan los profesores calificados de educación física. Evitar el uso de móviles y tabletas durante las clases, enseñar a sus estudiantes a realizar las actividades y ejercicios correctamente o disponer de los materiales necesarios para realizar las actividades tales como colchonetas, balones, equipo de primeros auxilios en caso de accidentes, silbatos para organizar al equipo, entre otros, son algunas de las demandas mínimas que deben tenerse en cuenta con el fin de conseguir clases productivas en las que los estudiantes se ejerciten y aprendan.

Y, finalmente, algo muy importante para mantener al equipo motivado, es otorgar algunos incentivos o premios cuando los alumnos cumplan con los objetivos planteados.

Aunque hacer que los niños valoren el deporte como una parte importante de su día a día parece cada vez más cuesta arriba para los docentes, aplicar muchas de estas medidas podría ser la diferencia entre una generación activa y saludable o una en la que el sedentarismo alcance su punto máximo.