Consejos para llevar tu contabilidad si eres emprendedor

llevar tu contabilidad si eres emprendedor

Una contabilidad sana es esencial si nuestra meta es contar con un negocio financieramente estable y perdurable en el tiempo. Sin embargo para algunos es más fácil decirlo que hacerlo, y es que la gestión rigurosa de ingresos, gastos y deuda puede convertirse en un quebradero de cabeza si no llevamos cierto orden.

Por eso te facilitamos algunos consejos para llevar tu contabilidad si eres emprendedor con orden y éxito.

Mantén tu facturación en orden

Controlar al dedillo cada servicio o producto que facturas es el primer paso para una contabilidad sana. Evita almacenar carpetas y carpetas con facturas físicas y opta mejor por un software para la facturación de tu empresa que te permita tener un riguroso control online de todo lo que ocurre en esta área.

Gracias a este tipo de herramientas podrás ahorrar tiempo en la gestión de tus facturas, hacer proyecciones de tu negocio y tener muy clara cuál es la situación financiera de tu negocio. Los emprendedores no lo tenemos fácil, por eso cualquier ayuda que nos haga ahorrar tiempo y ganar eficiencia es bienvenida.

Registra lo que ingresa a tu empresa

Registrar tus ingresos es tan importante como mantener una facturación ordenada. Es imposible conocer la proyección de tu negocio, las inversiones que puedes realizar a futuro o el crecimiento que necesitas alcanzar, si no tienes claro cuánto dinero entra exactamente.

Este es uno de los consejos para llevar tu contabilidad si eres emprendedor más importantes: lleva un registro riguroso, recuerda que, independientemente de que no cuentes con ingresos fijos cada mes, debes saber con exactitud cuánto entra a tu negocio mensual y trimestralmente.

Controla al detalle los gastos

La contabilidad es, esencialmente, el sistema que nos permite controlar y registrar los ingresos, gastos y demás operaciones de carácter económico que realizamos en la empresa. Por tanto no se trata únicamente de registrar cuanto entra sino también cuanto gastamos.

Salarios, servicios profesionales, costes operacionales, suministros, seguros e impuestos son algunos de los gastos básicos que la mayoría de los emprendedores deben asumir. Y para saber si nuestro negocio es rentable, conviene conocerlos muy bien.

Además, controlar los gastos financieros, aquellos que se generan debido a financiaciones o por el cobro de entidades bancarias, es básico. Según el portal Intereconomia.com, las empresas españolas pierden miles de euros en gestiones bancarias, por lo que controlar esta partida de gastos e intentar reducirla al mínimo, es muy recomendable.

Mantente al día con los impuestos

¡Ningún negocio se salva de ellos! Los impuestos pueden convertirse en un verdadero quebradero de cabeza e incluso poner en riesgo la contabilidad de una empresa cuando no se controlan adecuadamente.

El IVA, IRPF o el impuesto de sociedades son algunas de las obligaciones que los emprendedores deben cumplir, y su pago está estrictamente fijado en el calendario anual por una razón: que todo el mundo tenga claro cuándo debe cumplir su obligación.

Registrar los impuestos que pagaremos y guardar una partida mensual para su cancelación es la mejor forma de evitar que, cuando lleguen, nuestra tesorería sufra.

Registra tus deudas

Cualquier tipo de préstamo que hayas recibido debe estar adecuadamente registrado y ser incluido en la contabilidad de la empresa. Del mismo modo, otras deudas como pagos a proveedores, tarjetas de crédito y cualquier tipo de financiación debe ser considerada en esta partida.

Si quieres garantizar una contabilidad fluida, es básico que todo lo que entra, sale y se adeuda, esté adecuadamente identificado mes a mes.

¡El orden contable te librará de dolores de cabeza!

Actuar con estrategia y aprender a invertir los recursos donde es necesario, es básico para conseguir el éxito en los negocios.

Encontrar la forma adecuada de llevar tu contabilidad si eres emprendedor es esencial para garantizar la prosperidad de tu negocio, evitar quebraderos de cabeza y asegurarte de que cuentas con una tesorería saludable. ¡No lo dejes pasar!